domingo, 28 de julio de 2013

Análisis de la visita al Monasterio Benedictino
 de la Santísima Trinidad de Las Condes.
Monumento Nacional diseñado por los arquitectos Martín Correa Prieto y Gabriel Guarda. Fue construido entre los años 1962 y 1964
 
Galería de Fotos:
 
  
 


 
 
Comparación de la  Atmósfera  entre el cubo sagrado de los monjes  y el cubo de estar de los fieles:

Perceptual:

Perceptualmente el Monasterio me pareció un lugar grande, con muy poca calidez.  El color blanco también le entrega una cuota de amplitud y frialdad.

La visita fue realizada en un día muy fresco, tal vez en un día soleado, la percepción hubiese sido diferente.
 
Geométrica:
Ambos cubos  tienen el mismo  tamaño,  estando entrelazados. El  cubo de los monjes se superpone sobre el cubo  de los fieles,  siendo el  piso y el techo de los monjes más alto.

El techo da la impresión, de ser  figuras geométricas superpuestas, lo cual permite que la luz entre por los costados. también pareciera que el techo no es de hormigón como el resto de la obra.

Para el lado de la entrada del Monasterio, se localiza un  largo pasillo, para  encontrarnos con  una amplia vista panorámica del lugar, pudiendo contemplar  muy bien el sector de los fieles, y parte  del de  los monjes

Para el lado norte se encuentra una pequeña salita en forma rectangular para la oración.
 
                                                          Salita de Oración

Luminosidad:
Lo más sorprendente que tiene toda esta obra es la luz.
La  manera de lograr que el lugar tenga luminosidad sin ver directamente un ventanal, es lo que realmente  llama la atención.

Lo que se usa para generar el efecto de luz es poner ventanas muy largas y angostas, en lugares estratégicos, buscando que no se vea directamente la ventana. En síntesis; lo  que se ve, son solo paredes, con iluminación natural.

 
Esta foto fue tomada desde arriba, es decir, cuando se está dentro del Monasterio, esto no se ve.

En cuanto al altar, la panorámica es sorprendente, ya que se superponen las paredes y las ventanas, dándole un toque celestial.

 
Planta del Monasterio